lunes, 28 de noviembre de 2011

El político..¿Un vendedor de ilusiones?

Anoche vi el programa Hora Clave ( en realidad lo veo todos los Domingos y lo interrumpo sólo si el invitado es de insoportable presencia).

¡Que el político sea vendedor de ilusiones!...Vamos a decir que todos son inmorales? ¡Qué simplismo! Que esto se dé en un ámbito de degradación de la política, en el que estamos, y en el que la falta de talento y ética impulsan la mentita, no tiene que quedar como “verdad” del género. La dificultad para imaginar futuros posibles a construir sobre bases ciertas, no puede legitimar este sofisma.

Que el político tenga que mentir para ganar una elección, es el más descalificante de los juicios sobre la Democracia, que es básicamente una cultura de convivencia asentada en consensos, pluralidad de opiniones y respetuoso diálogo ciudadano en búsqueda de verdades para compartir ; lamentablemente hoy confundida con un electoralismo de mayorías en el que cualquier sátrapa con charla y billetera se alza con el poder.
Tampoco, la dificultad para seducir a la ciudadanía con diagnósticos de aproximación sobre la compleja realidad y proponer caminos a recorrer sobre verdades relativas y factibles; justifican este pretendido “aserto”?

Decir que a la ciudadanía le gusta que le mientan porque no tiene capacidad para enfrentar las verdades sobre su presente y futuro, es una descalificación social y antropológico-filosófica del hombre, sólo entendible a partir del relativismo moral de la época, de la falta de formación ético-intelectual de estos charlatanes con micrófono que se llaman periodistas.

Me gustó la intervención de Pablo Rossi, y me resultó muy pobre el intento de incursión filosófica sobre los conceptos de verdad de Mariano Grondona.