Un gobierno encerrado, refractario a toda crítica, alucinado por
conspiraciones imaginarias; militantes que como espectros del pasado se
atribuyen la representación excluyente de los intereses populares;
cortesanos dispuestos a mentir; sindicalistas y empresarios
oportunistas; sectores que confunden participación política con insultos
y amenazas son cristales incrustados en nuestra democracia. Grupos que
trabajan para sí mismos, desentendidos del interés general. Cada uno en
su capilla, frotándose las manos ante la desgracia del que no pertenece a
su estirpe.
Barrabravas y gendarmes insubordinados son hijos de
esta anomia, la reproducen. Síntomas de disolución de un modo de ser y
hacer política. Patologías que prosperan cuando el Estado y el Gobierno
fallan, se empantanan en su propia ineptitud, renuncian a construir un
ámbito común de convivencia.http://www.lanacion.com.ar/1514890-cristales-incrustados-en-la-democracia
sábado, 6 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario