lunes, 9 de agosto de 2010

Naturalidades

Cuando lo anómalo se vuelve cotidiano, se anula nuestra capacidad de pensarlo como extraño y excepcional: así sucede con la corrupción, las prebendas, la ineficiencia y tantos otros males de la política argentina.

1 comentario:

Luis Induni (Coordinador) dijo...

Es para preguntarse cómo, este verdadero paradigma de contra cultura, esta anti-ética social que se expresa en la raíz y como síntesis del fracaso global de nuestra sociedad, haya anclado en el inconsciente colectivo con tanta energía, y no se atisben siquiera remotas formas de superación.