lunes, 13 de septiembre de 2010

Discépolo, un verdadero profeta

Debemos tomar conciencia de que la sociedad argentina enfrenta graves problemas. El mayor es la falta de independencia y fuerza de los tres poderes del Estado. El otro es que han desaparecido las fuerzas que pueden contener los delitos. La policía, con notables excepciones y hasta muertes heroicas, es acusada con frecuencia por connivencia con los delincuentes, corrupción e ineficacia. Las Fuerzas Armadas prácticamente no existen. Gendarmería y Prefectura no darían abasto. Pero tenemos, por el otro lado, "barrabravas", piqueteros de diverso signo y tendencia, organizaciones agresivas, delincuentes sueltos y legiones de personas compradas mediante subsidios. Todos ellos conforman una suerte de novedosas "fuerzas armadas" no incluidas en nuestra Constitución. Aún no sabemos cómo van a actuar cuando la anomia y la anarquía aumenten su señorío. No quiero ser pesimista, sino llamar a la previsión. Cuanto antes.

1 comentario:

Luis Induni (Coordinador) dijo...

La falta de pronunciamiento de la clase política frente a los excesos, es muy preocupante.
Demasiado ocupados en ganar la próxima elección, no miran y carecen de sensibilidad para marcar esta verdadera desarquitecturización de la República con protagonismo de hordas callejeras funcionales a un poder sin límites ni estatura.