lunes, 20 de septiembre de 2010

La clase política sólo podrá sobrevivir si acerca a los Kirchner y sus socios a los tribunales

Dijo recientemente Mauricio Macri: “Si vuelve a ganar Kirchner, me voy a vivir a Roma con mi flamante esposa”. Aún cuando la frase de Mauricio Macri suene truculenta (porque sabe que el sureño no ganará), es ciertamente criticable que un candidato del orbe opositor amenace con irse del país si vuelve a ganar el oficialismo. ¿Es este tipo de líderes el que la ciudadanía debería considerar para emitir sufragio el año entrante? La triste expresión del Jefe de Gobierno porteño habla de una comodidad que difícilmente sea conveniente expresar en público. La lectura entre líneas de su comentario, en lenguaje urbano, es un correlato similar a “Si las cosas no me salen, me voy. Total, los argentinos, que se jodan”. Sin importar ese arrebato de sinceridad del alcalde capitalino, columnistas dominicales y dirigentes siguen considerando al hijo de Franco como un candidato de peso. Incomprensible.

No hay comentarios: