Estuve un mes en Israel y me sobro tiempo para recorrerlo, por su pequeño tamaño, pero pude admirar sus fabulosos progresos y superior calidad de vida de sus habitantes.
Convirtieron un horroroso desierto en un increíble oasis, a pesar de estar en forma permanente en guerra, desde la creación de su estado en 1948.
Lo más sorprendente es la disparidad, con los países árabes, que lo rodean.
Desiertos sin un árbol, mugre, abandono, una clase sumergida en el atraso, analfabetismo y con una religión fanática, que los mantiene en 500/600 años de atraso.
Y como contraste otra clase de poderosas, corruptas y crueles familias dirigentes, que gastan en lujos orientales y tren de vida, dignas de los derroches sin límites, copiados de la obra "Las mil y una noches"
2 comentarios:
Estuve un mes en Israel y me sobro tiempo para recorrerlo, por su pequeño
tamaño, pero pude admirar sus fabulosos progresos y superior calidad de
vida de sus habitantes.
Convirtieron un horroroso desierto en un increíble oasis, a pesar de estar
en forma permanente en guerra, desde la creación de su estado en 1948.
Lo más sorprendente es la disparidad, con los países árabes, que lo rodean.
Desiertos sin un árbol, mugre, abandono, una clase sumergida en el atraso,
analfabetismo y con una religión fanática, que los mantiene en 500/600 años
de atraso.
Y como contraste otra clase de poderosas, corruptas y crueles familias
dirigentes, que gastan en lujos orientales y tren de vida, dignas de los
derroches sin límites, copiados de la obra "Las mil y una noches"
El inexplicable, condenable, interminable, vituperable racismo...
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