jueves, 15 de abril de 2010

Un programa monetario imposible


Por Agustín Monteverde


• Marcó del Pont parece decidida a respetar el Programa Monetario elaborado por Redrado y presentado en el Congreso el último día de 2009.

• Este programa incluye un crecimiento del M2 (circulante y depósitos a la vista) de 19 % en el año, con metas de cumplimiento trimestral.

• Lo que ocurra en el segundo trimestre determinará hasta dónde pueden crecer las presiones inflacionarias.

• El M2 del sector privado ascendió a $168370 MM a fin del primer trimestre.

• Para el segundo trimestre, el techo de ese agregado está fijado en $176811 MM.

• Lo que significa que el circulante más los depósitos en cuenta corriente y en caja de ahorro no podrían crecer más de 5 % en este período, o unos $8400 MM.

• Resultará prácticamente imposible cumplir con esas metas el segundo trimestre.

• En este trimestre ingresarán al menos U$5000 MM netos por la cosecha de soja y por el canje de deuda.

* En la primera semana de abril el ingreso de divisas por parte de los cerealeros promedió U$100 MM diarios y le agrega presión bajista al mercado cambiario, más del doble de lo que había sido en febrero y marzo.

* En los próximos dos meses seguirá esta tendencia, que tendrá picos superiores a los U$800 MM semanales.


• Esto demandará que el Banco Central absorba esas divisas para evitar una baja del tipo de cambio; lo que implicaría una emisión del orden de los $20000 MM.

* El Banco Central ya estuvo comprando desde el jueves entre U$100 MM y U$150 MM diarios.

* Si no se reabsorbiesen estos pesos, se produciría un grave salto inflacionario.

• La Casa Rosada quiere que el Central remita la totalidad -unos $24000 MM- de las supuestas utilidades del BCRA durante 2009; Marcó del Pont ya se resistió en marzo a enviar al Tesoro los $2500 MM que le pidieron como adelanto.

• También deben considerarse los $9000 MM por adelantos transitorios que el gobierno puede pedir al Central.

• A esto se añaden la nueva política del Central de otorgar redescuentos para que los bancos presten a largo plazo.

• Todo ello sin contar los U$6569 MM de reservas que se aplicarán al pago de deuda, que se terminarán monetizando vía mayor gasto público.

• En estas circunstancias, la tarea de absorción que deberá llevar adelante el Central será ciclópea.

• La capacidad del Central de colocar LEBAC y NOBAC para reabsorber tanta emisión es limitada, con vencimientos en este trimestre por $ 20000 MM.

• Y con el descenso de tasas que ya hoy son bajas, perderá atractivo la nueva bicicleta consistente en colocar fondos a tasa (negativa respecto a la inflación pero positiva frente al dólar).

• En esas condiciones, con remuneración en franco deterioro para los fondos en pesos y creciente presión de la inflación sobre el tipo de cambio, crecería la tentación de cubrirse en moneda fuerte.

La nueva bicicleta K

• Con el dólar paralizado desde hace cinco meses y emulando un régimen de tipo de cambio fijo, y la esperada entrada de divisas hasta junio por la liquidación de la cosecha, ya se observa un crecimiento -del que habíamos advertido- en los depósitos a plazo del sector privado.

• En marzo, según nuestras estimaciones, la salida de capitales se desaceleró a U$S 600 MM contra U$1250 MM que se habían registrado en febrero.

• El público aún mantiene U$10253 MM colocados en los bancos para resguardarse de una devaluación de la moneda local.

• En marzo los depósitos experimentaron una suba de 2,8 % -$1829 MM- luego de un convulso mes de febrero en que casi se habían estancado.

• A muchos les sorprende este comportamiento ante las bajísimas tasas de interés que ofrece el sistema bancario, muy por debajo de la inflación.

• Las tasas rondan en general el 9 % anual para un depósitos a 30 días, segmento que concentra la casi totalidad de las imposiciones.

• En las entidades de primera línea se encuentran tasas muy bajas del orden del 7% anual.

• Estas tasas son fuertemente negativas en términos de inflación pero positivas en términos de un dólar paralizado y con reducidas expectativas inmediatas de que se dispare.

• Las fuertes tensiones políticas y la desconfianza generalizada de los agentes económicos obliga al Banco Central a mantener prácticamente congelado el dólar como anclaje de estabilidad.

• Pero esta situación alienta el desarme de carteras en dólares y su colocación en pesos a tasa de interés.

• En la medida que el tiempo corra, el capital se acreciente, las tasas en pesos sigan bajando, se acerque el fin de la temporada de liquidación de los granos, y la inflación agrave el atraso cambiario, se diluirá la propensión a quedar abierto en pesos ante las crecientes y se extremarán las presiones devaluatorias.

• Cuanta más elevada sea la inflación que haya corrido y más altos los rendimientos obtenidos a tasa, más explosiva podrá resultar el cierre de posiciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Disparada del dólar e hipernflación son las consecuencias previsibles de este mamarracho monetario