miércoles, 28 de abril de 2010

Gobierno fuerte, gobierno débil

El poder de un gobierno está en directa proporción con el grado de cohesión y homogeneidad sociocultural de un país. Esto incide en la capacidad de comunicarse, de llegar a acuerdos. ¿Pueden gobernarse con las mismas instituciones países con estructuras socioculturales diferentes? Esto es algo que los teóricos muchas veces ignoran.

1 comentario:

Luis Induni (Coordinador) dijo...

Qué peligrosa resulta esta manera de reflexionar en un país de honda vocación fascista.
Más allá del realismo de la descripción que hace la nota, creo que plantea el problema de la gobernabilidad como lo está planteando la casta política, de cuño “zurdo-fascista” que nos gobierna. Si la conclusión es que la complejidad y la fragmentación de la sociedad argentina requieren gobiernos “fuertes” para poder gobernarla, vamos por mal camino. Será cuestión entonces, de tomarse el tiempo que haga falta, para reeducarla hacia los valores de la pluralidad, la tolerancia, el respeto al disenso, la imprescindible moral de la dirigencia, etc. para que la democracia genuina (que no debe adjetivársela de liberal para desacreditarla) tenga cabida. En el mientras tanto, seguiremos en la pendularidad de los barquinazos hasta que aprendamos, con todos los costos que eso supone, pero nunca dejaros tentar por la “solución” de los “gobiernos fuertes”