jueves, 15 de abril de 2010

La preocupante ''viveza criolla'' de los Kirchner


POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI

Mientras el matrimonio Kirchner muestra en Washington una Argentina que sólo existe en sus fantasías comunicacionales y en las propagandas de 'FÚtbol para Todos', quedó confirmado que la 'viveza criolla' se impone como estrategia, forma y mecanismo de Gobierno del oficialismo, explicó Claudio Chiaruttini en su editorial dominical por Radio El Mundo.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). La 'viveza criolla' es un grave defecto moral y cultural argentino, que tiene eje una cultura que busca el triunfo fácil, evita el trabajo y elude cumplir con las responsabilidades. Así ocurrió en el Congreso el miércoles 07/04, donde diputados y senadores oficialistas lograron una derrota fácil de la oposición con la simple decisión de no bajar al recinto, dejando sin quórum las 2 sesiones y congelando, de hecho, la actividad parlamentaria.

Dado que la 'viveza criolla' implica imponer los intereses individuales, grupales o sectoriales, sus representantes hacen ostentación bochornosa de la falta de respeto por los demás y la indiferencia por el bien común. Pero mientras que en el pasado el vivo se enorgullecía de su viveza, hoy, el oficialismo se victimiza y aplica una autoindulgencia notoria y descarada.

Es interesante, pero un medio de comunicación oficialista describió al oficialismo como “una primera minoría legítima y relativamente fuerte” y a la oposición como que “tiene muchas vertientes muy diferentes entre sí”, con lo cual, le sacó todo tipo de legalidad y legitimación por el sólo hecho de ser heterogénea. De allí a imponer el unicato falta muy poco, por lo cual, la 'viveza criolla' se convierte en un signo de actitudes fascistas.

Pero, mientras la oposición se equivocó en mostrarse durante el verano, unida, homogénea, íntegra y todopoderosa, aparece hoy como una interna de egos y celos.

Pese a ello, el oficialismo cae en la paradoja de aprovecharse de la atomización, al mismo tiempo que declaman que es un bloque que tiene supuestas actitudes destituyentes.

Néstor Kirchner ha decidido que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner será recordado por buscar obtener el máximo provecho a la mínima oportunidad y con el menor trabajo posible por evitar discutir los temas y protestando por cada reacción que, casi culposa, exhibe la oposición (como el descuento de 20% en la dieta de senadores o pedirles que vayan a trabajar con avisos en los diarios).

El jueves 08/04, en la Cámara de Diputados, la oposición dedicó el día a los pases de facturas internos y a lanzarse mutuas recriminaciones por los medios, sin tener en cuenta que tienen enfrente un Gobierno que hace de la depredación oportunista uno de sus pilares de orgullos.

Como una plaga, la 'viveza criolla' tiene enfermedades oportunistas que aparecen bajo la sombra del mal mayor. La corrupción, el individualismo extremo y la anomia son acompañados por la imitación.

Así, frente a un Gobierno que arrebata US$ 4.300 millones de las reservas del Banco Central y saca $150.000 millones de Adelantos del BCRA, préstamos del Banco Nación y colocación de letras entre organismos públicos, los gobernadores y los intendentes quieren repetir ese comportamiento.

Provincias arrebatando dinero de cajas profesionales (como hizo Daniel Scioli en Buenos Aires), o colocando deuda (como ocurrió con Córdoba y Ciudad de Buenos Aires), o intentando quedarse con una parte del IVA (como buscan intendentes kirchneristas del conurbano, que pretender actuar como agentes de retención del IVA y otros impuestos).

Jorge Luis Borges describió al 'vivo' como un personaje que "suele carecer de conducta moral, pero no intelectual”.

Para el 'vivo', “pasar por un inmoral le importa menos que pasar por un zonzo”, definición acertada de la atracción que causa en el peronismo el accionar del matrimonio Kirchner, cada vez que ellos derrotan con una 'viveza' a la oposición.

Oportunismo, deshonestidad, astucia, engaño y egolatría son palabras que describen bien a un político argentino, pero al mismo tiempo, sirven también para calificar el accionar de un exponente de la 'viveza criolla', lo que hace confundir a los dos personajes, que tienden a mimetizarse, hasta hacerse imposible diferenciar uno de otro.

Marcos Aguinis, en su libro 'El Atroz Encanto de Ser Argentinos', dice que la 'viveza criolla' tiene “un efecto antisocial, segrega resentimiento y envenena el respeto mutuo. Sus consecuencias, a largo plazo, son trágicas. No sólo en el campo moral, sino en los demás, incluso el económico”.

La frase describe a una Cristina Fernández de Kirchner en Washington DC ofreciendo seguridad jurídica a los empresarios estadounidenses mientras el Gobierno gasta $1.700 millones para distribuir gratis la televisión digital, sólo para dañar al Grupo Clarín.

La 'viveza criolla' también afecta la economía

> cuando el ministro de Economía, Amado Boudou, promete lluvia de inversiones luego del canje, cuando las inversiones llevan 3 años en baja;

> cuando el secretario de Comercio Interior, Guillermo “Lassie” Moreno, manipula las cifras del Indec y le hace ahorrar al Gobierno US$ 1.000 millones en pago de intereses, pero frena exportaciones por más de US$ 7.000 millones; o

> cuandol, por esa manipulación del Indec, desaparecen de los informes oficiales 1 de cada 3 argentinos que sufren las pobreza.

La 'viveza criolla' afecta la economía cuando el matrimonio Kirchner, que lleva 7 años despotricando contra el Fondo Monetario Internacional, usa al organismo para justificar el pago de deuda con reservas del Banco Central o cuando el BCRA elude a la Justicia de los Estados Unidos comprando euros y depositando reservas en Suiza.

Marcos Aguinis dice que “el considerado vivo se siente el centro del mundo... Proclama que todo lo sabe y todo lo puede. Desborda capacidad para encarar cualquier iniciativa y asumir cualquier trabajo, por encumbrado o difícil que sea… El vivo aparenta inteligencia, conocimientos, brillo y ejerce seducción. Pero se basa en la mala fe, el engaño y la inmoralidad”.

Por eso, el Gobierno –que está lleno de personas sin capacidad para trabajar en el sector privado-

> amenaza con controlar la vida privada de los jueces al mismo tiempo que hunde a la Papelera Massuh en una profunda crisis,
> sube el precio en boca de pozo a las petroleras mientras protesta porque sube el precio del combustible,

> alaba a las empresas recuperadas mientras le inyecta miles de pesos para que no desaparezcan, y

> critica a la Unión Industrial Argentina por pedir cambios en la Ley de ART mientras autoriza al camionero Hugo Moyano a crear su propia ART.

Explica Marcos Aguinis que el exponente de la 'viveza criolla' “necesita burlarse de alguien al que llama punto y su diversión cotidiana es la cachada. Está seguro de que logrará burlarse del punto que tiene enfrente. Lo elige con admirable precisión y descarga sus dardos antes de que adviertan el ataque. Porque sus ataques aprovechan la sorpresa y se escudan de tal forma que no le pueden devolver la agresión. Para lograrlo vale todo: mentir, aprovecharse de las debilidades ajenas o empujarlo hacía el ridículo”.

Así ocurrió durante la semana con el campo. El Gobierno sabía que China frenaría la compra de aceite de soja argentino, pero no le avisó al sector privado.

Al mismo tiempo, fomentó un paro en Rosario y ahora hace esperar 7.000 camiones para que descarguen sus porotos de soja, al tiempo que amenaza con nacionalizar la naviera Maruba o autoadjudicarse el 10% de la capacidad de los barcos que lleguen a la Argentina, para controlar quién puede y quién no debe vender soja al exterior, con lo cual, pone una soga en el cuello del mayor de sus enemigos: el sector agropecuario.

El exponente de la 'viveza criolla' tiene socios que lo festejan, lo alientan y se aprovechas de sus acciones. Por eso, el Gobierno le acepta a Chile el placet de un embajador de origen pinchetista, al mismo tiempo que pide que las empresas de construcción argentinas participen de la reconstrucción de Chile o, como hizo Amado Boudou, compra 19 autos de lujo y le entrega uno al organismo que lo tiene que controlar (la SIGEN).

Los socios del vivo atacan a las mismas víctimas, pero no creen en lo que el vivo hace o dice. Así, la Confederación General del Trabajo niega la inflación, pero sus sindicatos piden más de 25% de aumento en los sueldos, al mismo tiempo, los gremialistas exigen que los empresarios expliquen una inflación que dicen desconocer o reclaman el pago de subsidios a los trabajadores en negro, pese a que el Indec dice que ganan cada vez más.

Sólo en un país donde impera la 'viveza criolla' puede crecer el empleo el mismo año que baja el Producto Bruto Interno o bajar la pobreza al mismo tiempo que la inflación destruye el poder adquisitivo del salario. Pero como los vivos se apoyan, los gremios no reclaman ni por la mayor cantidad de pobres ni por la caída en el poder de compra del salario.

Marcos Aguinis sostiene que el exponente de la 'viveza criolla' “pone en evidencia una egolatría con pies de barro, un afán de superioridad a costa del prójimo... Los demás humanos -seres estúpidos que sufren las estocadas del vivo o le responden con impericia- se llaman zonzos o giles”.

Por ahora, los zonzos siguen en sus casas de giles, en sus trabajos de zonzos, votando como giles. Sin embargo, en algún momento, los zonzos se cansan de ser giles y deciden que es un momento de cambio. Le ocurrió a Raúl Alfonsín, a Carlos Saúl Menem, a Fernando de la Rúa, a Adolfo Rodríguez Saá. También le ocurrirá al matrimonio Kirchner.

En el Siglo XXI, todo triunfo político es efímero y creer en eternizarse en el Poder es no conocer la realidad en que vivimos. Por más 'viveza criolla' que algunos crean tener.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Viveza criolla, junto con el fascismo y las "zurdas", integra una de las lacras que nos postra.