miércoles, 12 de marzo de 2008

"El progresismo argentino es reaccionario y autoritario"

"El progresismo argentino es reaccionario y autoritario"

Entrevista a Carlos Floria,

¿El kirchnerismo puede plantearse como un momento histórico o es un fenómeno político de coyuntura?

Todavía no se puede saber. Es un tema que pertenece a las cuestiones internas del peronismo y sus crisis de liderazgo que se transforman en cuestiones nacionales que mueven al país. La trascendencia que tendrá el kirchnerismo lo dirá el tiempo, cuatro años es muy poco tiempo para elaborar una apreciación. Lo que le está pasando al peronismo es una especie de agonía que ya algunos autores venían anunciando hace 20 años. Como diría Unamuno, "la agonía no es la muerte sino la lucha por sobrevivir". El kirchnerismo puede ser un episodio dentro de una proceso más largo o bien una refundación del movimiento peronista. Estamos en medio de un trámite muy confuso. El liderazgo de Kirchner, si es analizado desde su anatomía, se nos muestra atado a montones de negociaciones o apoyos, y no por fidelidad recíproca, sino por compra de voluntades o apoyos presupuestarios. El fenómeno recién comienza de una manera muy pragmática, e ideológicamente muy confuso.

¿Cómo denominaría al actual progresismo?

Tiene elementos de contenidos muy reaccionarios. En nuestro país, el progresismo es un concepto que está en crisis pero, también lo está su otro lado, el integrismo. El progresismo es una vieja impresión de los años ´50 en Francia, que se opone al integrismo, la visión más fascistoide de la política. En definitiva, esa crisis es una agonía en la que el peronismo puede terminar en la muerte o reviviendo como un nuevo fenómeno.

Luego de la muerte de Perón, ¿comienza la agonía o la incertidumbre respecto a quién es el líder?

La incertidumbre y la agonía empezaron antes de la muerte de Perón, cuando la guerrilla peronista y sus manifestaciones políticas expresaban una lucha por la apropiación del mito. En la política, el mito tiene una importancia muy peligrosa. El problema del mito es que funciona mientras Perón está en el exilio, pero cuando él retorna, en el nuevo gobierno peronista se ponen de manifiesto las crisis internas. Los Montoneros cometieron errores al optar por la militarización, la violencia y en discutirle a Perón el legado. Ellos se designan como herederos cuando en verdad el líder planteó como sucesión a su mujer. Estoy haciendo una descripción libre pero no menos polémica porque se trata de una cuestión política. Cuando uno es veterano debe ser un león herbívoro que describa las cosas sin pasión.

La construcción política del Gobierno, ¿cuánto se diferencia de la mecánica de la vieja política caudillista?

Francamente no veo una alternativa renovadora. Insisto en que mucho progresismo es retórica y uno se pregunta con todo derecho qué tan progresistas son los progresistas. El problema que tiene el presidente no son sus intentos por acumular poder sino de hacer valer su autoridad. La autoridad no es sólo poder acumulado sino un factor de certidumbre para la unidad nacional. El problema es cómo se convierte el poder sobre varios en autoridad sobre todos.

¿Hay vestigios autoritarios en construcción de poder del Gobierno?

El autoritarismo se revela en su relación con las instituciones. No estamos es una república democrática porque la república implica división del poder, la democracia es participación. La representación y la mediación política están en crisis y el sistema de partidos también. Estos son hechos que van más allá de Kirchner y su esposa y deben ser resueltos con una estrategia de transición que nunca se tomó en serio en Argentina. Aún no se ha dado una lectura del pasado con vistas al cambio político para identificar que el consenso no significa unanimidad, sino que la también la aceptación del disenso.

¿Quedaron en la sociedad y la política vestigios autoritarios de los gobiernos militares?

Los militares probablemente son la expresión más fuerte y peligrosa de la tendencia autoritaria, pero no son los únicos. Creo que Montoneros era autoritario y muchos de los hoy llamados progresistas también lo son. Este fenómeno ha calado muy hondo en la sociedad desde los años treinta. La lectura de la Argentina contemporánea debe comenzar en la década del treinta, no sólo por el primer golpe de Estado sino por lo que implicaron las ideologías de justificación que llevaron adelante las dictaduras. Cuando uno hace investigación se da cuenta que el nacionalismo elitista y el fascismo, que es más populista, ha dejado rastros sociales y culturales insospechados.

¿La construcción de consenso implica utilización de la autoridad?

En el caso de la democracia, la política se desarrolla a través del consenso sobre las reglas de juego que suponen aceptar el pluralismo. La construcción de poder que no acepta la diversidad de opiniones es de corte autoritario.

¿Qué tipo de proyecto político nacional encabeza Kirchner?

Todavía no se sabe claramente cuál es el proyecto nacional que busca encarnan el Gobierno y tampoco se sabe en nombre de qué se expresa la oposición. Yo no sé cuál es el proyecto del Presidente y creo que la gente tampoco lo sabe muy bien. ¿Cuál es el proyecto colectivo? Es una cuestión importante saberlo porque de lo contrario entramos en la tradición argentina de hacer disparates en nombre del proyecto nacional.


el perfil

Carlos Floria es abogado y doctor en Historia. Con una carrera muy amplia como investigador y articulista, cuenta con amplio reconocimiento de universidades de América y Europa. Es uno de los intelectuales emblemáticos de la revista católica Criterio. Actualmente se desempeña como investigador y docente de la Universidad de San Andrés y la Universidad de Buenos Aires. Autor de decenas de libros y centenares de artículos, su libro más conocido es "Historia de los argentinos", escrito en coautoría con César García Belsunce.

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